Para
la mayoría de nosotros, la
única conexión que tenemos ahora mismo con el exterior es a través
de la
televisión, la prensa online, los comentarios y
mensajes en redes sociales, etc., donde se habla constantemente
del coronavirus. Son muchas las fuentes que nos llegan con
información y según el estado emocional y personal de cada uno
podemos responder a ella de una forma o de otra. Pensemos
que somos millones de personas en este país, y por tanto, tenemos un
sinfín de situaciones
diferentes: familias con hijos, personas que viven solas, ancianos y
ancianas en residencias donde nadie les puede ir a
visitar, familiares de avanzada edad o con problemas
respiratorios. Se trata de casos que pueden conducir
a muchas personas a sentir miedo porque cuando sentimos
una amenaza, el ser humano responde y lo hace mediante la emoción
del miedo. Pero ello provoca síntomas
que pueden ser muy perjudiciales para la gestión emocional y
psicológica de cada persona, como pensamientos
perturbadores o intrusivos que aparecen de forma recurrente.
Se trata de pensamientos negativos que aparecen de repente y sin
control, por ello, es importante
saberlos gestionar porque de no hacerlo, son la causa de tu ansiedad
y tu miedo.
Os
preguntaréis: ¿Y cómo lo
hacemos? ¿Cómo gestionamos esos pensamientos cuando estamos oyendo
que hay gente que está muriendo por el coronavirus?
Pues
bien, como os comentaba anteriormente, es normal sentir miedo, ya que
es una reacción como seres humanos hacia una situación hostil pero
pensad que gracias a ese miedo, nos tomamos en serio la cuarentena y
realizamos las medidas de prevención recomendadas como lavarnos las
manos frecuentemente, no relacionarnos socialmente, no salir de casa
sin ser necesario, etc.
El
miedo, como cualquier otra emoción, si no es correctamente
gestionado y se escapa de nuestro control, puede producirnos un
malestar constante e incluso llegar a bloquearnos. Por lo tanto,
para evitar que el miedo nos invada debemos gestionarlo
adecuadamente. ¿Cómo? En
primer lugar, debemos saber que los pensamientos intrusivos y
recurrentes están basados en hechos distorsionados. Debemos
diferenciar entre información verídica y la que no lo es, debemos
contrastar la información que nos llega y no creer todo lo que vemos
o nos dicen, porque un exceso de
información, sobretodo cuando no es fiable, únicamente sirve para
producir más pánico.
✅Información
verídica + información falsa = información distorsionada
En
segundo lugar, cuando aparezcan pensamientos intrusivos no los
bloquees, no pretendas eliminarlos porque hacerlo, únicamente los
engrandece. Pero sí puedes dejarlos para más tarde, no les permitas
aparecer en cualquier momento, pero dedícales un tiempo al día para
pensar en ellos y cuando encuentres un rato para hacerlo, identifica,
detecta cuales son los pensamientos recurrentes que te provocan
malestar y verifícalos con información objetiva. Por ejemplo:
“No
podría soportar que mi hijo se contagiara”
No
se ha dado ningún caso grave por coronavirus en niños.
🔔Recuerda,
no debes ignorar a los pensamientos, pero no debes permitir que
aparezcan cuando ellos quieran. ¡¡Tú puedes controlarlos, y tú
puedes gestionarlos!!